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DIAGNÓSTICO

El Valor de la Vida Humana

Todos los seres vivos presentes en nuestro planeta o quizás en todo el universo fuimos creados para cumplir una función fundamental, bien sea para mantener el equilibrio de los ecosistemas (punto de vista ecológico), el acompañamiento y hacer llevadera la vida en un ambiente natural (punto de vista biológico) o como imagen y semejanza de Dios, cumplir con sus designios y  diseminar en la tierra la buena voluntad y el amor al prójimo (punto de vista teológico).

¿Te has preguntado alguna vez sobre el valor  que tiene la vida humana?

ENSEÑA A TUS HIJOS EL VALOR DE LA VIDA HUMANA

Hace algunos años, Dennis Prager viajaba en un avión. La mujer sentada junto a él recibió una comida vegetariana y él una comida kosher. Cuando comenzaron a hablar de sus preferencias culinarias, la mujer le dijo que consideraba erróneo matar animales, argumentando: "¿Quiénes somos nosotros para decidir que nuestras vidas son más valiosas que las de un animal?".

Prager, seguro de que la última declaración era exagerada, comentó: "Ciertamente entiendo su oposición a matar animales, pero no puede usted decir seriamente que las personas no son más valiosas que los animales. Después de todo, si una persona y un animal estuvieran ahogándose, ¿a cuál salvaría usted primero?".

Después de una larga pausa, la mujer contestó: "No sé".

Poco después de ese incidente, Prager comenzó a preguntar a estudiantes de toda Norteamérica: "Si tu perro y una persona que no conoces estuvieran ahogándose, ¿a quién tratarías de salvar primero?".

Durante los quince años que estuvo haciendo esta pregunta a estudiantes de escuelas seculares, no más de un tercio votó por salvar a la persona.

Prager llegó a entender que: "... con el derrumbe de la religión ya no se enseña a los niños y jóvenes que los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios. ¿De dónde, entonces, podria derivarse la santidad de la vida humana? ¿Qué motivo podemos ofrecer para considerar a las personas más valiosas que a los animales?".

Algunas personas no religiosas han tratado de ofrecer respuestas a estas interrogantes, pero sus argumentos no son convincentes. Por ejemplo, señalan que los seres humanos son más importantes que los animales sólo porque son más inteligentes.

Pero, ¿debería ser esta la base del gran valor de la vida humana? Si un inteligente perro rescatista está ahogándose junto a un niño con problemas mentales serios, ¿no es la vida del niño más importante? Aún más, si fundamentamos la superioridad humana en su inteligencia, ¿eso significa que si dos personas se están ahogando debemos salvar primero a la más inteligente?

Otros argumentan que el ser humano debe ser salvado primero, con base en la empatía natural hacia el prójimo. Su razonamiento es el siguiente: si yo estuviera ahogándome junto a un perro, me gustaría que me salvaran primero; por lo tanto, cuando yo vea a otra persona ahogándose junto a un perro, la salvaré a ella primero. Sin embargo, este ejemplo no prueba nada. Si el hecho de que si yo estuviera ahogándome junto a otra persona, desearía que me salvaran primero no prueba que mi vida sea más valiosa, sino que todos nosotros, humanos y animales, deseamos sobrevivir.

El judaísmo enseña que los seres humanos son más valiosos que los animales porque sólo los seres humanos son creados "a imagen y semejanza de Dios" (Génesis 1:27). Esto no quiere decir que Dios, como los humanos, tenga cuerpo, sino que las personas comparten con Dios, pero no con los animales, la conciencia del bien y del mal. Esta conciencia, y la capacidad de elegir una vida moral y elevada, dotan a la vida humana con una santidad inherente que es más grande que la vida animal.

Por esa razón, fue sólo en escuelas religiosas que Prager halló una gran mayoria de estudiantes que votaron por salvar al ser humano y no a un animal. Estos estudiantes, incluyendo a aquellos que tenían mascotas, entendieron que la enseñanza bíblica de que los humanos son creados "a imagen y semejanza de Dios" significa que una persona, aunque sea un extraño, tiene un valor inherente mayor al de un animal.

Haz la pregunta de Prager a tus hijos. Si te dicen que salvarían a su mascota, conversa con ellos acerca de la noción de que las personas fueron creadas "a imagen y semejanza de Dios", y el concepto judio de que, aunque los animales tienen un gran valor, el valor del ser humano es sagrado e infinito.

Fuente: JEWISH VALUES POR EL RABBI JOSEPH TELUSHKIN (Centro de Valores e Identidad Judía)

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