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DIAGNÓSTICO

EDUCAR A LOS HIJOS

 

      1.       No le enseñes todo a tu hijo; déjale el placer de descubrir el mundo.

 

   2.      No le corrijas excesivamente; concédele el derecho del error, porque sólo así aprenderá a usar su libertad.

 

3.       No le ayudes demasiado; deja que ejercite sus capacidades y disfrute del placer de la acción.

 

4.       No premies con regalos el cumplimiento de sus deberes, porque además de corromper su conciencia le privarás del placer del deber cumplido.

 

5.       No llenes su vida de cosas, ni su mente de necesidades; porque el día de mañana será esclavo de las cosas y tendrá dificultad para valorarse como persona.

 

 

6.       Sé amable, comprensivo y exigente con él, porque sólo así crecerá con amor, seguridad y fortaleza y estará protegido contra sus propios temores y contra la agresividad de la vida.

 

7.       Ayúdale a observar, analizar y razonar porque el éxito en el estudio es indispensable para el equilibrio psíquico y para el desarrollo de la personalidad.

 

8.       Ofrécele solamente la parte buena de tu persona y evita proyectar sobre él tus propios temores, complejos, angustias y frustraciones, para que tenga la libertad de decidir su propia vida.

 

9.       Deja que crezca y madure lentamente, disfrutando el placer de los juegos; porque los frutos más sabrosos son los que crecen lentamente, respetando el ritmo de la naturaleza.

 

10.    Enséñale el arte de vivir, porque aparte de ti, nadie podrá enseñárselo.

 

 

11.    Despierta en él motivaciones de superación porque esta es la única forma de protegerlo en la lucha de la vida.

 

12.    Ayúdale a adquirir criterios claros sobre los temas fundamentales de la vida; esto le dará fortaleza para exigir sus derechos y voluntad para cumplir con sus deberes.

 

13.    Comprende sus defectos, porque ellos son una parte natural de su proceso de evolución.

 

14.    Escúchale cuando te hable y respeta sus opiniones; así aprenderá a respetarse y a respetarte.

 

15.    Además de ser padre, sé amigo porque sólo así tendrás acceso a los secretos de su corazón.

 

 

16.    No le impongas tu ley ni tu disciplina, enséñale a tomar conciencia desde niño porque la única ley que ayuda a crecer es la que nace dentro.

 

17.    En cuestión de principios, enséñale la verdad, la justicia y el amor, porque ellos son la roca sobre la que podrá construir una vida segura, digna y feliz.

 

18.    No pierdas tiempo en corregir defectos porque no terminarás nunca. Orienta a tu hijo hacia la excelencia y los defectos desaparecerán como por arte de magia.

 

19.    No seas perfeccionista porque esto origina angustia y neurosis.

 

20.    No le angusties con la situación económica, social de la familia o del país porque él no es causante, ni tiene el poder de resolverlo.

 

 

21.    Aunque sea un niño, respétalo como un adulto; para que crezca con autoestima y dignidad.

 

22.    Exprésale con frecuencia el amor, la alta valoración y la confianza que le tienes, porque estas ideas y sentimientos son el alimento que hace crecer su espíritu.

 

23.    Enséñale a ser respetuoso con las ideas de los demás y a entender que cada uno tiene sus razones.

 

24.    Ayúdale a hacerse cargo de sus deberes y a asumir las consecuencias de sus actos.

 

25.    Enséñale a ser sincero y fiel con sus propios sentimientos y a expresarlos con respeto pero con libertad.

 

 

26.    Capacítate con lecturas de psicología, pedagogía para que tus actuaciones sean siempre oportunas y correctas, de modo que se sienta a la vez libre y protegido.

 

27.    No trates de ser un padre perfecto, tu hijo te prefiere de carne y hueso.

 

28.    Hazle sentir que lo amas por encima de sus defectos y limitaciones.

 

29.    Recuerda que lo más importante no es lo que dices o enseñas, sino lo que tú eres (lo que crees, lo que sientes, lo que amas, lo que haces).

 

 

30.    Evita toda comparación, porque ella engendra soberbia o bien odio y resentimiento. Cada hijo es único.

 

31.    Enséñale en que radica el verdadero valor de la persona y en que consiste el verdadero éxito de la vida, para que no le ocurra como a tantos que fueron engañados en su infancia y ahora viven frustrados.

 

32.    Enséñale a ser generoso porque así aprenderá a producir riqueza y también amor.

 

33.    Enséñale también a ser vivo y prudente para que pueda protegerse de la envidia y de la traición.

 

34.    Enséñale a reír con el que ríe y a llorar con el que llora, porque así sentirá la vida y la vivirá intensamente.

 

35.    Enséñale a tener un pensamiento amplio y universal, abierto a lo bueno de todos los hombres, de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las religiones, de todos los niveles sociales.

 

 

 

Si logras que tu hijo asimile alguna de estas ideas, te aseguro que tu hijo será un hombre bueno y un hombre feliz; porque tu sembraste en su corazón las semillas de la verdad, las semillas de la justicia y las semillas del amor.


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