La carne roja o procesada aumenta el riesgo de deceso
Consumir carne roja o procesada parece aumentar el riesgo de deceso, mientras que el consumo de carne blanca parece reducirlo, según un estudio realizado en Estados Unidos cuyos resultados fueron divulgados este lunes.
La investigación fue realizada entre más de medio millón de personas durante seis años. Los participantes, hombres y mujeres, tenían entre 50 y 71 años al inicio del estudio en 1995. Respondieron entonces a un cuestionario sobre su consumo de carne roja, procesada y carne blanca.
Se les hizo luego un seguimiento de diez años a través de los expedientes de los servicios de seguridad social.
Durante ese período murieron 47.976 hombres y 23.276 mujeres.
El 20% de los hombres y mujeres que comieron más carnes rojas (una cantidad media de 62,5 gramos por mil calorías absorbidas diariamente) tenían un riesgo más elevado de mortalidad en comparación con aquellos que habían consumido menos (9,8 gramos por mil calorías diarias), según los investigadores, cuyo trabajo aparece en Archives of Internal Medicine del 23 de marzo.
Constataron los mismos resultados entre aquellos que comieron más y menos carne industrializada o procesada.
Los autores del estudio concluyeron que se hubiera podido evitar 11% de los decesos entre los hombres y 16% entre las mujeres con una reducción del consumo de carne roja o procesada al nivel del 20% que menos la consumió.
Por el contrario, el 20% de los participantes que consumió más carne blanca presentaba un riesgo de deceso ligeramente inferior al 20% que consumió menos carnes blancas.
El riesgo de deceso provocado por enfermedades cardiovasculares en el grupo de participantes que comió menos carnes rojas y procesadas resultó un 11% inferior entre los hombres y 21% entre las mujeres respecto a quienes comieron más, destacan los autores del estudio, investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI).
La investigación fue realizada entre más de medio millón de personas durante seis años. Los participantes, hombres y mujeres, tenían entre 50 y 71 años al inicio del estudio en 1995. Respondieron entonces a un cuestionario sobre su consumo de carne roja, procesada y carne blanca.
Se les hizo luego un seguimiento de diez años a través de los expedientes de los servicios de seguridad social.
Durante ese período murieron 47.976 hombres y 23.276 mujeres.
El 20% de los hombres y mujeres que comieron más carnes rojas (una cantidad media de 62,5 gramos por mil calorías absorbidas diariamente) tenían un riesgo más elevado de mortalidad en comparación con aquellos que habían consumido menos (9,8 gramos por mil calorías diarias), según los investigadores, cuyo trabajo aparece en Archives of Internal Medicine del 23 de marzo.
Constataron los mismos resultados entre aquellos que comieron más y menos carne industrializada o procesada.
Los autores del estudio concluyeron que se hubiera podido evitar 11% de los decesos entre los hombres y 16% entre las mujeres con una reducción del consumo de carne roja o procesada al nivel del 20% que menos la consumió.
Por el contrario, el 20% de los participantes que consumió más carne blanca presentaba un riesgo de deceso ligeramente inferior al 20% que consumió menos carnes blancas.
El riesgo de deceso provocado por enfermedades cardiovasculares en el grupo de participantes que comió menos carnes rojas y procesadas resultó un 11% inferior entre los hombres y 21% entre las mujeres respecto a quienes comieron más, destacan los autores del estudio, investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI).
Fuente: AFP
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