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DIAGNÓSTICO

Ciencia y Salud

Aspirina y cáncer de colon

Tomar bajas dosis durante un periodo largo de tiempo ayuda a reducir los efectos adversos y disminuir el riesgo de padecer este tipo de neoplasia

  El cáncer colorrectal es, por delante del cáncer de pulmón y de mama, el tumor maligno con mayor tasa de incidencia en España. Cada año provoca la muerte de alrededor de 13.000 personas y la cifra va en aumento. Varios estudios ya habían apuntado que la toma de ácido acetilsalicílico (aspirina), en dosis bajas y durante un periodo de tiempo prolongado, reducía de manera significativa el riesgo de padecerlo. Ahora, un estudio publicado en la revista "The Lancet" corrobora que la aspirina es una buena herramienta para la prevención de este tipo de neoplasia.

Este descubrimiento ha sido posible gracias a un metanálisis (análisis conjunto de los resultados de varios estudios), realizado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), en el que se ha incluido a más de 14.000 pacientes. El envejecimiento de la población, junto con una dieta cada vez menos saludable, el consumo de alcohol, el tabaquismo y una vida sedentaria, causan un incremento del riesgo de padecer cáncer colorrectal. Las medidas preventivas, así como la realización de revisiones que permiten un pronóstico precoz, son herramientas claves para combatirlo. Solo en 2007 se diagnosticaron 25.665 casos, muchos de los cuales estaban en un estado avanzado de la enfermedad y, por tanto, con menores probabilidades de curación.

Aspirina protectora

Los investigadores, dirigidos por Peter Rothwell, analizaron en cinco estudios la reducción de la tasa de incidencia y de mortalidad del cáncer colorrectal en función de la dosis de ácido acetilsalicílico tomada, la duración del tratamiento y la localización del tumor. Los mismos autores del estudio habían comprobado en trabajos anteriores que altas concentraciones de aspirina eran beneficiosas para la prevención de tumores colorrectales, pero diversos efectos adversos asociados a las altas dosis (más de 500mg/día) habían limitado el tratamiento. Entre algunos de los efectos secundarios más destacables, se detectaron un mayor riesgo de sangrados, hemorragias digestivas y úlceras gástricas.

Sin embargo, parece que la utilización de bajas dosis durante un periodo largo de tiempo (entre 75 mg y 300 mg diarios durante más de cinco años), reduce mucho la probabilidad de efectos adversos y, a su vez, es efectiva para disminuir el riesgo de padecer este tipo de neoplasia. Los resultados del estudio muestran que el riesgo decrece, sobre todo, en el cáncer de colon proximal y que la duración del tratamiento es un factor determinante.

Además, añaden los autores, la gran ventaja del descubrimiento es que la detección del cáncer de colon proximal es menos efectiva mediante el cribado con sigmoidoscopia o colonoscopia, por lo que la prevención con ácido acetilsalicílico puede resultar muy beneficiosa. Tal y como declaran los autores del estudio, las dos técnicas pueden complementarse para reducir al máximo el riesgo de cáncer colorrectal.

¿Por qué la aspirina previene el cáncer?

La respuesta está en un estudio publicado en el "New England Journal of Medicine". Los investigadores ya sabían que los tumores colorrectales expresaban una cantidad mucho mayor de una enzima llamada COX-2, con respecto el tejido normal del colon. Además, observaron que la aspirina podría ayudar a reducir esta cantidad de enzima, por lo que su hipótesis fue que la reducción de esa concentración de enzima era la que disminuía el riesgo de padecer la enfermedad.

Para comprobarlo, realizaron un estudio con 47.000 participantes y confirmaron que la reducción del riesgo solo se daba en los tumores que sobreexpresaban la enzima COX-2. Por este motivo, los investigadores no recomendaron la toma de aspirina de forma preventiva en toda la población, sino solo en las personas que ya habían sufrido un cáncer colorrectal o un pólipo. Según uno de los coordinadores del estudio, Andrew Chant, del Massachusetts General Hospital (EE.UU.), "para la mayoría de la gente, la mejor manera de prevenir el cáncer colorrectal es a través de detección, que sabemos que salva vidas, que nos permite tratar los pólipos antes de que se conviertan en cáncer".

Diagnóstico precoz: clave para la curación

Además de las medidas terapéuticas, la prevención y el diagnóstico precoz son herramientas esenciales para combatir el cáncer colorrectal. Según Antoni Castells, jefe de Servicio de Gastroenterología del Hospital Clínic de Barcelona, mediante la implantación de programas de detección precoz se podría reducir hasta un 30% la mortalidad de este tipo de neoplasias y salvar cada año a más de 3.500 personas en España. La detección de sangre oculta en heces a partir de los 50 años es una de las medidas más importantes para el diagnóstico precoz.

El hallazgo de sangre indica, en general, la presencia de pólipos que en un 90% de los casos pueden desarrollar un tumor maligno. Si el test de sangre oculta resulta positivo, se realiza la exploración del intestino mediante colonoscopia. Ante antecedentes familiares o enfermedades inflamatorias intestinales, se recomienda implementar antes las medidas de diagnóstico precoz.

Teresa Romanillos/Consumer

Reducir en tres gramos la cantidad de sal en la adolescencia minimiza el riesgo de hipertensión

También se reduce la posibilidad de enfermedad coronaria y de ataques cardíacos

Hipertensión arterial. Imagenes relacionadas con la hipertensión arterial.

Reducir en tres gramos la ingesta diaria de sal durante la adolescencia reduce de un 30% a un 43% el riesgo de desarrollar hipertensión arterial en la edad adulta, según ha demostrado un estudio desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad de San Francisco (Estados Unidos).

También se detecta una merma del 7% al 12% en la enfermedad coronaria asociada a un menor consumo de sal, de un 8% a un 14% menos de ataques cardíacos y entre un 5% y un 8% menos de accidentes cardiovasculares, mantiene este trabajo, presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón (AHA), que se celebra estos días en Chicago.

Desde la AHA recomiendan limitar la ingesta de sodio a 1,5 gramos diarios, cuando la media en los adolescentes estudiados es superior a los 3,8 gramos, más que ningún otro grupo de edad, apuntan. Se advierte en este sentido que los alimentos procesados contienen demasiada sal. Un paquete de "snacks" fritos tiene 310 miligramos de sodio y la pizza "es uno de los mayores problemas para los adolescentes cuando se trata de la sal", según datos del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias de Estados Unidos.

"La mayor parte de la sal que consumimos no proviene de nuestro salero, sino que ya está añadida en los alimentos que ingerimos", aseguró la doctora Kirsten Bibbins-Domingo, autora del estudio. "El beneficio adicional del menor consumo de sal desde edades tempranas es que podemos cambiar las expectativas sobre cómo debe saber la comida hacia algo menos salado", añadió.

Controlar la esclerosis múltiple

Esta enfermedad es la primera causa de discapacidad sobrevenida en adultos jóvenes en España.

En los últimos años, la tasa de incidencia de la esclerosis múltiple en nuestro país se ha duplicado. Ha pasado, según los expertos, de 50 a 100 o 125 casos por cada 100.000 habitantes. Quizá por este motivo, España se ha convertido en uno de los cinco países que más investiga para conseguir resolver algunos enigmas de esta enfermedad. Nuevos fármacos, nuevos conocimientos sobre la genética de la enfermedad y avances en la detección precoz permiten afrontarla con estrategias renovadas.

La disminución de los accidentes de tráfico en estos últimos años y el aumento de casos de esclerosis múltiple sitúan a esta enfermedad en el primer lugar de causas de discapacidad sobrevenida en adultos jóvenes en España. A la vez, este incremento va ligado a la mejora de la calidad de vida de los pacientes, que ha experimentado un gran cambio en la última década. La clave está en los avances en el conocimiento de la enfermedad, en el diagnóstico precoz y en una mejor percepción psicológica de los pacientes hacia la esclerosis múltiple.

En la actualidad, hay mecanismos e instrumentos que les garantizan una buena calidad de vida. En el reciente XXVI Congreso del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS), celebrado en Gotemburgo (Suecia), se presentaron terapias biológicas, combinadas y nuevos fármacos. Lo más impactante fue, sin embargo, un nuevo estudio, aún no publicado, que asegura que en la mitad de los pacientes con primeros episodios se podrá diagnosticar la enfermedad en cinco minutos con una simple resonancia.

Tratamiento y diagnóstico tempranos

Esta técnica no sólo mejorará, sino que permitirá retrasar o ralentizar la evolución de la enfermedad, puesto que el tratamiento se iniciará mucho antes. Un trabajo expuesto en la reciente III Reunión Post-ECTRIMS, celebrada en Madrid, concluye que el abordaje precoz de la esclerosis múltiple con acetato de glatiramero (fármaco habitual en la enfermedad) en pacientes con síntomas primarios puede retrasar la conversión a enfermedad clínicamente definida en 2,7 años de media. Otros efectos beneficiosos son una reducción del volumen de lesiones cerebrales y una menor atrofia cerebral.

Hace 15 años se tardaba un promedio de siete años en llegar al diagnóstico y solo hace cinco, el tratamiento podía llegar a demorarse hasta dos años. Todavía no hace un año que se desarrollaron los primeros medicamentos orales para la enfermedad. Tres artículos en "The New England Journal of Medicine" mostraban en enero de 2010 que la cladribina y el fingolimod, dos fármacos en desarrollo, eran capaces de reducir la evolución de síntomas.

 La Agencia Americana del Medicamento dio luz verde a un fármaco oral, "Gilenya", que sustituye a las actuales inyecciones. Se espera que se comercialice en Europa en unos meses. Los medicamentos orales mejoran la calidad de vida de los pacientes, por su fácil uso, pero además de optimizar su vida cotidiana, evitarán los efectos secundarios actuales de los inyectables, como las lesiones en la piel. Son sustancias, no obstante, que solo evitan síntomas y recaídas. Aún queda mucho camino por recorrer para conseguir detener la progresión de la enfermedad y revertir sus secuelas.

Importante impacto social

La esclerosis múltiple es una enfermedad en la que el sistema inmunológico propio actúa contra la mielina, la sustancia que recubre las fibras nerviosas. De manera progresiva, el sistema nervioso central pierde su función en distintas partes del organismo. Se la considera la enfermedad inflamatoria crónica más frecuente del sistema nervioso central y sus brotes sucesivos provocan síntomas variados: pérdida de fuerza o de sensibilidad, merma de visión y descoordinación o incontinencia urinaria, entre otras.

Afecta a pacientes jóvenes adultos a partir de 20 años, sobre todo, en la franja de 30 a 40 años. Sus consecuencias económicas no solo incluyen los costes de los cuidados tanto hospitalarios como en consultas y ambulatorios, sino también los derivados de la incapacidad que ocasiona y que dependen de la gravedad, muy variable entre los afectados. Los principales síntomas son: debilidad muscular, espasticidad, deterioro de los sentidos del tacto, dolor, ataxia, temblores, alteraciones visuales y del habla, vértigo, disfunción urinaria, trastornos intestinales, disfunción sexual, depresión, euforia, problemas cognitivos y fatiga, entre otros.

Es una enfermedad multifactorial, ya que en su desarrollo intervienen distintas causas ambientales (virus y toxinas), genéticas, inmunológicas y otras que aún se desconocen. Esta heterogeneidad en su génesis le confiere un alto grado de dificultad para establecer el tratamiento adecuado porque hay muchas diferencias en la forma en que los pacientes la desarrollan. Los avances en el futuro van encaminados a predecir la evolución de la enfermedad y, tal como ocurre con enfermedades como el cáncer, personalizar al máximo cada terapia.

La genética es un ejemplo. Puede ayudar al neurólogo a cambiar el curso de la enfermedad, así como facilitarle una terapia que evite los efectos secundarios y minimice los casos en los cuales no es útil. Los avances en este campo son evidentes. Investigadores del Vall d'Hebron Instituto de Investigación acaban de publicar en "Journal of Inmunology" el descubrimiento de un gen, localizado en el cromosoma 10 y con el nombre de "perforina", implicado en el desarrollo de una variante de la esclerosis múltiple que afecta, sobre todo, al sexo masculino. De todos modos, es un gen relacionado con los mecanismos que provocan las lesiones y no supone, por ahora, un cambio en el curso de la enfermedad.

ESCLEROSIS MÚLTIPLE Y PSICOTERAPIA

En una mesa redonda acerca de "Intervención Multidisciplinar en Esclerosis Múltiple", representantes de AEDEM-COCEMFE (Asociación Española de Esclerosis Múltiple) y de ADEMM (Asociación de Esclerosis Múltiple de Madrid) defendieron el uso de la psicoterapia entre el equipo multidisciplinar del tratamiento de la enfermedad. Los expertos aseguran que médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, trabajadores sociales, neurólogos y médicos de Atención Primaria deben acompañarse de psicólogos y neuropsicólogos en todo el proceso.

El recurso de esta disciplina no se justifica solo por la afección lógica en el paciente y en su entorno laboral, familiar y social. Hasta que se conoce el diagnóstico definitivo, el paciente vive una etapa de confusión, incomprensión y emociones intensas por los cambios bruscos que ocurren en su vida. El psicólogo debería centrarse en trabajar el impacto emocional tras el diagnóstico, prevenir el control del estrés derivado de la enfermedad, informar y asesorar en conflictos familiares, ayudar en la reintegración de la vida social y fomentar la autonomía.´

Eroski Consumer

Previniendo la demencia senil

Ejercitar la mente no sólo mantiene el cerebro en forma, sino que frena el proceso de pérdida de facultades propio de la edad.

El deterioro cognitivo leve, más conocido como demencia senil, es un problema común al 16% de la población mayor de 70 años. Los afectados sufren pequeñas pérdidas de memoria, trabas con el lenguaje y, en general, mayor dificultad para razonar. El escaso diagnóstico clínico se debe a que, a menudo, se excusa el trastorno por la edad. No obstante, los datos señalan que el 50% de las personas diagnosticadas desarrollan Alzheimer durante los siguientes cinco años. Además, los resultados de los últimos estudios revelan que para mantener el cerebro en forma hay que ejercitarlo y que algunas vitaminas tienen un papel relevante en la prevención del deterioro cognitivo.

Médicos y científicos de todo el mundo lo recuerdan: la mejor forma de mantener el cerebro en perfecto rendimiento es utilizarlo. La mente necesita entrenamiento y conviene ejercitarla. Leer, hacer pasatiempos, realizar juegos de memoria y mantener una vida social activa. Esta relación entre el ejercicio del cerebro y su correcto funcionamiento es de vital importancia en personas de edad avanzada, ya que puede resultar clave para combatir el deterioro cognitivo leve y, en algunos casos, la enfermedad de Alzheimer.

Estudios recientes aseguran que entrenar la mente mantiene el cerebro en forma y, al mismo tiempo, evita su deterioro, es decir, frena el proceso de pérdida de facultades propio del envejecimiento.

Sudokus para prevenir el Alzheimer

Aunque aún se desconoce la razón de este fenómeno, una nueva línea de investigación parece desvelar en parte el enigma. En un estudio llevado a cabo por científicos del Instituto Cajal (Madrid), publicado en la revista de neurobiología "Neuron", se ha detectado que una proteína conocida como IGF-1 (Insuline-like growth factor-1) desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del cerebro. Es un péptido que actúa como una hormona: excita y promueve el desarrollo cerebral de las zonas que más se utilizan.

Al leer, escribir, relacionarse con el entorno o hacer sudokus, el cerebro capta esta hormona del torrente sanguíneo y, de manera automática, las neuronas empiezan un proceso de autoprotección, supervivencia y desarrollo que garantiza el funcionamiento adecuado de la mente. Los investigadores señalan que IGF-1 es una proteína común a casi toda la escala evolutiva animal y, en numerosas especies, juega un papel crucial en el desarrollo del organismo, su renovación y el envejecimiento.

Para comprobar los efectos de esta hormona, los investigadores utilizaron ratones de laboratorio como modelo experimental y comprobaron sus respuestas neuronales después de tocarles un bigote. Confirmaron que tras estimular éste y desarrollarse la actividad neuronal correspondiente, las neuronas excitadas captaban automáticamente la hormona presente en sangre. En cambio, si se bloqueaba la actividad neuronal y después se tocaba un bigote al ratón, las neuronas no se excitaban y, por tanto, no captaban la hormona del torrente sanguíneo.

El mecanismo molecular de este proceso es complejo, pero se explica por la presencia de otros péptidos que acompañan a la hormona, los cuales evitan que se una a su receptor, es decir, la inactivan. Por este motivo, la IGF-1 sólo se activará si hay una estimulación neuronal que provoque la separación de la hormona y los otros péptidos protectores. De este modo, el cerebro garantiza la supervivencia de las zonas más utilizadas y, a su vez, permite el deterioro de las zonas menos excitadas. Para mantener el cerebro en rendimiento óptimo hay que estimularlo. Así se garantiza que la hormona llegue de forma correcta a las neuronas.

Vitaminas en la prevención del deterioro cognitivo

Un estudio realizado en la Universidad de Oxford y publicado en la revista "PLoS One" (Public Library of Sciences One) demuestra que el consumo de elevadas dosis de vitamina B6 reduce a la mitad la velocidad de avance del deterioro cognitivo leve (DCL). Éste es un descubrimiento importante y beneficioso, sobre todo, para personas de edad avanzada con problemas leves de memoria, ya que el DCL es un factor de riesgo del Alzheimer. Los investigadores trabajaron con 217 voluntarios mayores de 70 años con problemas de memoria y DCL.

Para el estudio, dividieron de forma aleatoria y mediante técnicas de doble ciego a los voluntarios en dos grupos. A los componentes del primero se les administraron unas píldoras denominadas Trio Be Plus, que contenían altas dosis de vitamina B6, vitamina B12 y ácido fólico. Al segundo grupo se le administró placebo. El tratamiento duró 24 meses y los resultados demostraron que las personas tratadas con las píldoras Trio Be Plus reducían a la mitad la tasa de disminución del volumen de su cerebro, propia del DCL.

Para determinar estos resultados, se utilizaron imágenes de resonancia magnética nuclear y un test cognitivo al finalizar el periodo de tratamiento. En el cuestionario también se comprobó una correlación entre una mayor velocidad de reducción del volumen cerebral y una puntuación inferior en la prueba. Aunque no todos los voluntarios terminaron el tratamiento, no se detectaron diferencias significativas entre los efectos secundarios del grupo placebo y el grupo tratado.

VITAMINA B6

Estudios realizados con anterioridad ya relacionaban la vitamina B6 con los niveles plasmáticos de un aminoácido conocido como homocisteína. Esta vitamina es un controlador de la concentración del aminoácido en sangre. Cuando está en concentraciones elevadas, se considera un factor de riesgo del Alzheimer, de modo que una deficiencia de B6 en la dieta podría estar relacionada con el riesgo de padecer la enfermedad.

Por otro lado, una revisión de varios estudios publicada por la Colaboración Cochrane Plus apunta que la vitamina B6, además de estar relacionada con el DCL y el Alzheimer, podría jugar un papel clave en otras patologías neuropsiquiátricas como migrañas, convulsiones, dolor crónico y depresión. Son unos resultados relevantes, si se tiene en cuenta que los estudios epidemiológicos apuntan que en las dietas de los ancianos, en general, hay déficit de vitamina B6.

TERESA ROMANILLOS/Eroski

Sedentarismo: un riesgo para la salud

Muchas personas intentan encontrar un hueco para practicar ejercicio después de haber pasado buena parte del día sentadas en la oficina. El sedentarismo, además de la obesidad y del tabaquismo, es uno de los principales enemigos de la salud en Occidente. La escasa actividad física y las horas que se permanece sentado aumentan el riesgo de mortalidad. Un reciente estudio concluye, además, que mantenerse en esta posición durante más de seis horas diarias aumenta el riesgo de mortalidad, con independencia del tiempo que se dedique después al deporte.

Además de ligarse a una escasa actividad física, la vida sedentaria se relaciona con el tiempo que una persona permanece en posición sentada. La oficina y el ordenador son el escenario diario de muchos trabajadores. Un estudio reciente, realizado por investigadores de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, demuestra que estar sentado más de seis horas seguidas aumenta de manera considerable el riesgo de mortalidad en adultos, sobre todo, en mujeres.

Sentados durante varias horas

En el estudio han participado más de 123.000 personas sanas, a quienes se ha realizado un seguimiento durante 14 años. En este tiempo, se han tenido en cuenta, además del grado de sedentarismo, otras variables como la obesidad, el tabaquismo, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Los investigadores han confirmado que las mujeres que permanecen sentadas más de seis horas aumentan en un 37% la probabilidad de morir, en comparación con quienes están sentadas un tiempo inferior a dos horas. En los hombres, este riesgo es del 18%.

Uno de los hallazgos más relevantes del estudio destaca que las horas de sedentarismo son una variable diferente al grado de actividad física, de modo que el riesgo de muerte aumenta cuando lo hace también el tiempo que se permanece sentado, sea cual sea el ejercicio que se realice durante el resto de la jornada. Este hecho debe tenerse en cuenta, ya que personas con un nivel de actividad física saludable pueden registrar un alto riesgo de muerte debido al tiempo que permanecen sin levantarse.

Tal y como refleja el estudio, el riesgo se multiplica en los individuos que están así durante más de seis horas y, a su vez, realizan un grado de actividad física bajo. Los resultados indican que esto afecta a un 48% de hombres y a un 94% de mujeres. Los investigadores apuntan que estar sentado influye en el metabolismo de los triglicéridos, en el colesterol y en las lipoproteínas de alta densidad, entre otras, todos ellos biomarcadores de riesgo cardiovascular cuyo desorden incide en la salud de las arterias.

Dado que en la actualidad muchas actividades se realizan delante de una mesa y en posición sentada, los especialistas recomiendan pequeñas pausas entre horas para levantarse y andar un rato. Otro trabajo, realizado por científicos australianos y publicado en la revista 'Circulation', demuestra que cada hora diaria dedicada a ver la televisión conlleva un aumento extra del 11% en el riesgo de mortalidad asociado, sobre todo, a enfermedad cardiovascular.

David Dunstan, coordinador de este estudio, señala que "los cambios tecnológicos, económicos y sociales propician que la gente no se mueva como lo hacía antes. Mucha gente 'salta' del asiento del coche al de la oficina y, después, al sillón de su casa para mirar la televisión".

Poco esfuerzo para grandes beneficios

Algunos de los beneficios que proporciona un nivel adecuado de actividad física son evidentes, pero otros no. Para aclarar posibles dudas, facilitar la información y, de este modo, garantizar una mejor salud, el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación ha publicado un documento donde se especifican las ventajas de llevar una vida activa y cómo hacerlo. Uno de los principales autores del estudio, el profesor Ken Fox de la Universidad de Bristol (Reino Unido), destaca que un nivel de actividad física adecuado en adultos puede reducir la probabilidad de muerte por enfermedad a la mitad.

Equipara el beneficio que proporciona llevar una vida activa con el hecho de dejar de fumar. Algunas de las ventajas más relevantes de realizar cualquier tipo de deporte de forma diaria son, en primer lugar, la reducción de la obesidad y su prevención. Muy ligada a esta consecuencia figura la disminución de la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, principal causa de muerte en los países más desarrollados.

También debe considerarse la diabetes tipo 2, ya que la disminución de la obesidad y una adecuada actividad física reducen el riesgo de desarrollarla. Por otro lado, la práctica correcta de ejercicio está asociada a una menor probabilidad de padecer tumores, sobre todo de colon, pulmón y mama. Otras ventajas más obvias son el fortalecimiento muscular y óseo, ya que el ejercicio favorece la densidad ósea y retarda la osteoporosis.

Realizar ejercicio no sólo es bueno para el organismo, sino que también es sano para la mente. Diversos estudios señalan que controla la evolución del estrés, estimula la memoria e, incluso, puede ser muy beneficioso para el tratamiento de la depresión y el Alzheimer.

INTENSIDAD Y FRECUENCIA DEL EJERCICIO

 

Dos aspectos básicos que se deben prever al practicar deporte son la intensidad y la frecuencia. Antes se consideraba que lo más adecuado era realizar ejercicio intenso durante un mínimo de veinte minutos diarios. Más tarde, se ha comprobado que el ejercicio de intensidad moderada aporta los mismos beneficios: caminar con paso enérgico durante treinta minutos casi todos los días puede ser una alternativa, fácil de realizar. Los últimos estudios indican que dos o tres sesiones de diez minutos de ejercicio de intensidad elevada aportan a las personas con un horario ajustado beneficios similares que la misma actividad efectuada sin pausas. Para quienes no tengan ganas o tiempo, siempre es una buena idea cambiar pequeños hábitos sedentarios y utilizar las escaleras o, incluso, permanecer más tiempo de pie, en lugar de estar sentados.

Relación entre depresión y obesidad

Ambas son más frecuentes en ambientes desfavorecidos, donde se come peor y se siguen hábitos poco saludables

La obesidad se ha convertido en una auténtica epidemia en la sociedad actual. Alrededor de seis millones de españoles mayores de 18 años tienen problemas relacionados con el peso, casi un 2% más que en 2008. Pero además, su relación con la depresión es demasiado peligrosa: la obesidad estaría asociada con un mayor riesgo de sufrir depresión y, a su vez, ésta se relacionaría con una mayor probabilidad de desarrollar obesidad. La psicoterapia es el tratamiento indicado, con el objetivo de enseñar a resolver conflictos, sin recurrir a la evasión y la gratificación inmediata que proporciona la comida.

El riesgo de padecer depresión es un 55% mayor en las personas obesas, mientras que el riesgo de obesidad aumenta en un 58% entre quienes tienen depresión. Son los datos de un metanálisis de 15 estudios, publicado en la revista "Archives of General Psychiatry". La obesidad no es un trastorno psiquiátrico, así que muchos de los episodios depresivos que sufren las personas con obesidad son reactivos, es decir, no se deben a una depresión endógena, sino que el hecho de estar obesos les deprime. La depresión es una consecuencia de la obesidad.

Alfonso Chinchilla, jefe de la sección de psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, considera que "son, por lo general, depresiones menos severas causadas, sobre todo, por la presión social". Las personas obesas no se gustan y se deprimen. En el caso de las mujeres, según este experto, la depresión es más profunda, porque tienen más vergüenza de su obesidad.

Miguel Ángel Rubio, médico endocrinólogo del Hospital Clínico de Madrid, señala que "no hay una relación directa entre alteraciones hormonales y alteraciones emocionales o del trastorno del ánimo. La asociación entre obesidad y depresión tiene relación con verse mal y con problemas socioeconómicos". Los estudios indican que la incidencia de la obesidad es mayor en las clases más desfavorecidas porque "comen menos carne y pescado, comen más grasas poco saludables y hacen menos deporte", cita este experto. "Estos son ambientes que favorecen la depresión", agrega.

Ansiedad y atracones

A pesar de la relación entre depresión y obesidad, Chinchilla señala que en las personas obesas se desarrolla también mucha ansiedad, inseguridad y fragilidad. La ansiedad se puede canalizar en impulsividad y, a menudo, causa un trastorno por atracón, que se traduce en una necesidad imperiosa de comer hasta que el cuerpo no puede más. Entonces, o se para o se provoca el vómito. Algunas personas pueden ingerir más de 5.000 calorías en un atracón.

Cuando esto ocurre, se comen muchos hidratos de carbono porque las personas buscan sentirse saciadas. Chinchilla afirma que en algunos casos "se da una auténtica adicción a la comida porque se busca llenar un vacío, calmar la ansiedad".

Psicoterapia en obesidad y con depresión

La psicoterapia cognitivo-conductual está indicada para las personas obesas que sufren depresión. El objetivo se centra en aprender pautas alimenticias, mejorar la autoestima, desarrollar habilidades sociales, favorecer la motivación para bajar de peso y adquirir pautas para hacer ejercicio. Aparte de reducir el peso de una forma continuada, también se aprende a resolver conflictos sin recurrir a la evasión y la gratificación inmediata que proporciona la comida.

Montse Bascuas, psicóloga del Instituto de Trastornos Alimentarios de Barcelona, explica que "las personas obesas no son felices", pero a pesar de que muchas se deprimen, otras cuentan con un entorno social adecuado y consiguen evitarlo. Estos trastornos se superan con tratamiento médico y psicoterapia, además de un tratamiento farmacológico, "puesto que los antidepresivos combaten esta enfermedad y tienen un efecto saciante". Las personas obesas y deprimidas sufren angustia, son frágiles, se sienten inseguras y tampoco disfrutan de buenas y variadas relaciones sociales.

Por este motivo, es necesario que la psicoterapia trabaje múltiples aspectos de la vida de la persona, como ideas irracionales que terminan por desvalorizar a muchos afectados. Un ejemplo es la técnica de reestructuración cognitiva, que modifica los pensamientos negativos por otros más adaptativos. De igual modo, es habitual un componente de ansiedad que puede convertirse en un impulso para comer en exceso, por lo que también se insiste en las técnicas de relajación.

La psicoterapia se estructura en tres etapas para lograr que el paciente no fracase. En una primera etapa, se intenta que pierda peso pero también se trabaja la motivación. En una segunda etapa, se elabora la imagen corporal, se aprende a ocupar el tiempo libre de una forma saludable y se anima a practicar más ejercicio. Por último, se continúa con el trabajo psicoeducativo y se pone el acento en mejorar las habilidades sociales, así como en la relación con la comida. "Muchas personas obesas y deprimidas se sienten solas, tienen pocas relaciones sociales y escasas motivaciones. La comida se convierte en una gratificación inmediata", explica Bascuas.

Comer en exceso es una forma de compensar carencias emocionales, aunque tras un atracón o una ingesta excesiva se desarrolla a menudo un sentimiento de culpa. De este modo, los síntomas depresivos empeoran y de ahí que en un tratamiento psicoterapéutico se enseñen pautas para gestionar todos los aspectos relacionados con la comida. "Lo llamamos taller de cocina. En él se aprende a cocinar de una forma sana, sin exceso de hidratos ni fritos, y a comprar de una forma lógica, sin llenar el carro con alimentos poco saludables", precisa Bascuas. Numerosas personas confunden el hambre con otras sensaciones y, por ello, "se les enseña a que distingan la sensación de hambre del nerviosismo".

OBESIDAD, DEPRESIÓN Y NIÑOS

Según las últimas estadísticas, uno de cada cuatro niños españoles sufre sobrepeso u obesidad. Además, padecer depresión aguda durante la infancia podría aumentar el riesgo de obesidad durante la edad adulta. Por este motivo, hay que estar atentos a los posibles síntomas de depresión infantil, como tristeza, llanto frecuente, aislamiento, bajo rendimiento escolar, aislamiento social, subida o bajada de peso o peso inadecuado a la edad, entre otros factores.

Alfonso Chinchilla señala la importancia de frenar cuanto antes el aumento de peso patológico en los niños: "Cuanto más inmadura y frágil es la personalidad, y antes empiece el aumento problemático de peso, el cuerpo sufrirá más y los posibles trastornos psicológicos serán más graves". Además, la tasa de mortalidad entre la población infantil con obesidad es un 12% más elevada que en el resto de la población. "La obesidad es una epidemia que aumenta. Falta mejorar la educación en los hábitos alimentarios o potenciar el deporte en casa y en la escuela. Prevenir a tiempo es el mejor tratamiento", insiste Chinchilla.

José Andrés Rodriguez

Alimentación y ejercicios

Diversas iniciativas pretenden potenciar la actividad física entre los escolares, al tiempo que se modifican malos hábitos dietéticos y se consolidan los buenos.

La alimentación adecuada

 

El sobrepeso y la obesidad, así como las enfermedades asociadas, están ligados al tipo de alimentación y a la falta de práctica deportiva. En el II Sondeo de Opinión sobre Hábitos de Estilos de Vida Saludables, elaborado por la Fundación Alimentum, el 96% de los encuestados reconoce que comer de todo y de manera equilibrada es cumplir con una alimentación saludable. No obstante, quienes lo cumplen no llegan a una cuarta parte, a pesar de que ellos mismos manifiestan saber, según descubre el estudio, que a la vinculación entre obesidad y sedentarismo hay que añadir la alimentación.

Sin embargo, esta apreciación disminuye y, si bien en el anterior estudio más del 30% achacaba la gordura a la dieta, en esta ocasión, ni siquiera un 23% lo mantiene. Respecto a esto, la directora de la Fundación, Carmen Cobián, manifiesta su satisfacción porque se aprecie la necesidad del ejercicio como arma de salud, pero advierte de que se debe insistir en que "no hay alimentos buenos y malos, sino dietas equilibradas o desequilibradas". Por ello, concluye que la asignatura que se debe aprobar es la introducción de hábitos sanos adaptados a una alimentación saludable.

Menús infantiles

No es fácil decidir cada día el menú de los más pequeños. Los adultos diseñan la dieta y les educan el gusto, pero no siempre se tiene tiempo o ganas para adelantarse al momento de preparar la comida. El menú infantil diseñado por el equipo de dietistas-nutricionistas de EROSKI CONSUMER, que se actualiza cada semana durante todo el año, está pensado para niños sanos en la etapa escolar, desde 4 a 12 años, aproximadamente.

En este menú se han considerado las raciones de alimentos recomendadas, es decir, la cantidad estimada saludable de cada producto en función de la edad del niño, así como la frecuencia aconsejada de consumo de los distintos alimentos. Una herramienta que facilita el objetivo de la gran mayoría de los padres es alimentar bien a sus hijos.

La práctica de ejercicio

La Fundación Alimentum, centrada en la promoción de iniciativas en relación con la alimentación, es clara: "Los padres consideran importante la práctica diaria de ejercicio físico". Focalizan su apreciación en que la actividad aleja a los niños de la obesidad infantil y, por el contrario, la vida sedentaria les acerca a esta enfermedad del siglo XXI. Sólo una cuarta parte de los progenitores culpa a la alimentación del aumento de cuadros de obesidad y la mitad reconoce que el incremento de las enfermedades sobrevenidas está ligado a la disminución del ejercicio físico. Hacer deporte se ha convertido en un objetivo relacionado con la salud.

Sin embargo, a pesar de esta conciencia generalizada, ni siquiera el 50% de los niños entre seis y doce años realiza una hora de ejercicio al día. Esos sesenta minutos engloban los paseos rutinarios. La siguiente franja de edad estudiada, que llega hasta los 17 años, supera la mitad de deportistas diarios y es de los 18 a los 23 años cuando más horas se dedican a la semana al ejercicio. ¿Qué sucede para que las cifras sean tan bajas si la importancia es tan alta?

El estudio concluye que el ocio pasivo, la televisión y los videojuegos tienen más acogida entre los menores y que las actividades escolares y extraescolares ligadas al deporte son escasas. Es más, los padres tienen el convencimiento de que si sus hijos tuvieran más horas de Educación Física, disfrutarían más con el deporte. Una amplia mayoría reclama también mayor implicación de las administraciones en el fomento del deporte.

EL BINOMIO PERFECTO

 

Los últimos estudios señalan en los niños españoles una prevalencia de exceso de peso superior al 25%. Para combatir esta tendencia, se han propuesto diferentes intervenciones dirigidas a aumentar la actividad física de los escolares, al tiempo que se modifican malos hábitos dietéticos y se consolidan los buenos. El fin último es lograr convertir la combinación de ambas estrategias, ejercicio y alimentación, en lo habitual.

Movi es un proyecto de investigación cuyo objetivo es valorar la eficacia de un programa de actividad física de tiempo libre para prevenir el sobrepeso y la obesidad y otros factores de riesgo cardiovascular en escolares. El proyecto refrendó que la fórmula pasaba por hacer propio el "Decálogo de la nutrición saludable" desarrollado por el Consejo Europeo de Información sobre Alimentación (Eufic), en colaboración con la Federación Europea de Asociaciones de Dietistas (EFAD).

Maite Zudaire / Eroski

Sexo y obesidad

La obesidad origina numerosos inconvenientes en la vida sexual de hombres y mujeres, además de problemas de infertilidad.

Hipertensión arterial, dislipemias, mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer son algunos de los resultados de sufrir sobrepeso y obesidad. Pero su efecto va más allá. Ahora, y según las conclusiones de un estudio francés, ya se puede añadir otro: ser obeso provoca alteraciones en la vida sexual. La misma investigación relaciona también esta enfermedad con problemas de infertilidad, tanto femenina como masculina.

El corazón de una persona obesa se ve obligado a oxigenar una gran masa corporal. Este trabajo extra se traduce en el desarrollo de hipertensión arterial, enfermedad ligada a la obesidad que aumenta el compromiso cardiovascular. A consecuencia de todo ello, la vitalidad de estas personas disminuye y, con ella, la resistencia y el vigor que mantiene al hombre activo durante sus relaciones sexuales. Por este motivo, disminuye la libido y la motivación sexual que, en ocasiones, se sustituye por comer de forma compulsiva.

Pero el sobrepeso también afecta a las mujeres de diferentes maneras, como en la dificultad que encuentran para quedarse embarazadas. Ambos sexos también deben hacer frente a la tendencia del culto al cuerpo y a determinados cánones de belleza en los que imperan la excesiva delgadez, inconvenientes que encuentran por su aspecto físico para relacionarse.

Relación demostrada

A pesar de que el impacto de la obesidad sobre la salud del organismo se conoce desde hace tiempo, no ha sido hasta ahora cuando se ha asociado el exceso de kilos con la calidad de las relaciones sexuales. Especialistas del Instituto de la Salud y la Investigación Médica francés, en un trabajo publicado en "British Medical Journal", han encuestado a más de 10.000 personas (2.725 varones y 3.651 mujeres con peso normal, 1.488 hombres y 1.010 mujeres con sobrepeso, y 350 hombres y 411 mujeres con obesidad), con edades de entre los 18 y los 69 años, sobre sus hábitos, entre los que se preguntaba por su vida sexual.

Según los resultados de la investigación, el número de mujeres obesas ha tenido encuentros sexuales en un número significativamente menor que las participantes con normopeso, y también han sido las participantes que menos importancia han dado a la sexualidad en su vida personal. En el caso de los hombres, también los que sufren sobrepeso han tenido menos posibilidades de tener pareja durante el último año. Un hallazgo sorprendente ha sido que los hombres con exceso de peso han tenido más probabilidad de padecer disfunción sexual, y que tanto ellos como ellas -con sobrepeso- mantienen relaciones sexuales sin tomar medidas de protección.

Menos medidas anticonceptivas

El estudio del Instituto Francés de Salud ofrece, también, resultados inesperados: la tasa de embarazos no deseados es cuatro veces mayor en las mujeres obesas, son menos propensas a acudir a centros de planificación familiar para pedir información sobre contracepción y a utilizar métodos anticonceptivos. Sin embargo, los expertos señalan que sólo se han centrado en el uso de píldoras y preservativos, y no en métodos de larga duración. Ahora habrá que conocer la razón. Los especialistas creen que las respuestas están condicionadas a factores psicológicos, biológicos y sociales.

Obesidad y fertilidad

La obesidad también conlleva trastornos de ovulación y alteraciones importantes en el sistema endocrino asociado a la reproducción. Muchas pacientes con problemas serios de sobrepeso sufren alteraciones en su ciclo menstrual: no ovulan, no tienen menstruación o ésta es irregular. Todo ello genera, a su vez, problemas de infertilidad. También se relaciona el síndrome del ovario poliquístico con el binomio obesidad e infertilidad.

Este trastorno implica anovulación (falta de ovulación) o disminución de la ovulación, ovarios con multitud de quistes, niveles desequilibrados de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) y, en un 50% de las afectadas, obesidad. Por este motivo, los especialistas, ante situaciones de infertilidad asociada a obesidad, insisten en adoptar medidas para los kilos de más antes de intentar quedar embarazadas, sobre todo ante casos mórbidos o premórbidos, cuando la relación del índice masa corporal supera la cifra de 35.

También en las mujeres obesas el exceso de grasa corporal impide la exploración correcta de las mamas y, según los especialistas, podría ser que una pequeña tumoración pudiera pasar inadvertida hasta que fuera un poco mayor.

GESTANTES OBESAS

 

Se estima que en algunos países el 30% de las mujeres sufren obesidad y la gran mayoría se encuentran en edad fértil. Esta nueva epidemia aumenta la tasa de diabetes, hipertensión arterial, apneas de sueño, enfermedades cardiovasculares, hipercolesterolemia, algunos tipos de cáncer y mortalidad y, tal y como señalan estudios recientes, también afectan al ciclo reproductivo. Si la embarazada es obesa corre el riesgo de padecer numerosas complicaciones, como preeclamsia (enfermedad que provoca hipertensión, retención de líquidos e inflamación que puede llegar a restringir el flujo de sangre hacia la placenta, con el riesgo que ello supone para el feto) o diabetes gestacional, así como una mayor tasa de sufrir problemas durante el parto que precise cesárea e infecciones postparto.

También el embrión puede desarrollar trastornos fetales múltiples, nacimiento prematuro e, incluso, muerte ante la obesidad de la madre. Asimismo, un estudio reciente concluye que el 29% de los bebés de madres obesas serán también obesos cuando cumplan cuatro años de edad, en comparación con los nacidos de madres con normopeso.

 Montse Arboix/ Eroski Consumer